Cuando unos 100 contratados locales se pusieron en huelga, la búsqueda de petróleo de la empresa polaca tuvo que detenerse temporalmente.
El original de este articulo fue publicado en inglés el 22 de junio de 2016.Ha surgido un fuerte conflicto entre la filial de la compañía polaca PGNiG y el personal reclutado localmente en el Sahara Occidental. Según la red de información de Equipe Media, la actividad de la empresa Geofizyka Kraków se detuvo completamente a partir del 4 de junio. Equipe Media cubrió dos veces el enfrentamiento laboral,
el 10 de junio y
el 14 de junio.
La firma polaca está abordando estudios sísmicos en el territorio del Sahara Occidental ocupado, mediante un contrato con la compañía estatal marroquí y bajo la protección del Ejército marroquí –una clase de operación que
las Naciones Unidas consideran un desacato al derecho internacional. Ver más información sobre el conflicto.
Según Equipe Media hay dos grandes categorías de personal contratado localmente, con diferentes problemas.
En primer lugar está el personal que despeja el suelo. Está formado por 50 trabajadores, 30 de ellos marroquíes, y el resto, saharauis. Antes de que los camiones sísmicos puedan hacer su trabajo emitiendo sus ondas sónicas contra el suelo, este equipo debe quitar manualmente todas las piedras del camino. Después, el equipo de 50 personas tiene que colocar grandes sacos de arena e instalar geófonos a lo largo de la ruta. Según Equipe Media, este equipo debía limpiar y cubrir 3-4 kilómetros diariamente. Pero, en un momento dado, parece que la compañía polaca exigió que se hiciera el trabajo a la velocidad de 9 km diarios, en las mismas condiciones que antes, igual número de trabajadores y sueldo. Desde el 26 de mayo, estos 50 saharauis y marroquíes se pusieron en huelga. Su salario debe de ser de unos 235 euros al mes por 7 días a la semana, 12 horas diarias.
Por otra parte, 51 personas fueron contratadas para 3 meses por una empresa local, sobre todo como conductores. Parece ser que también ellos han estado trabajando 7 días a la semana, durante 12 horas al día. Pero se dice que no tenían contratos en condiciones. Así que aparcaron el trabajo el 30 de mayo.
Según Equipe Media, la empresa y los trabajadores no llegaron a un acuerdo, y el 4 de junio, la policía y las fuerzas armadas llegaron al recinto y les expulsaron. Los conductores de los camiones grandes, supuestamente todos marroquíes, fueron alojados en casas de OCP en Boucraa.
12 personas reclutadas localmente y que no estaban en huelga también fueron despedidas. 10 eran personal de cocina.
Cuando Equipe Media cubrió este tema por última vez, el 14 de junio, la actividad se había detenido desde el 26 de mayo.
Ningún estado en el mundo reconoce la reivindicación de soberanía marroquí sobre el territorio. La empresa polaca no pidió el consentimiento de los representantes del pueblo saharaui antes de iniciar las operaciones. Contrataron con la empresa estatal marroquí.